El cohete al que me quiero referir es en realidad un medidor para mi futuro heredero al que he decidido llamar Dr.Devastación. Pues bien, al acudir a una tienda especializada en productos infantiles, una tendera supervillana intentó financiar su guerra contra la libertad, la justicia y la democracia cobrándonos 80 Eurazos (= a 4 blisters de Marvel Heroes = a mi presupuesto de comics para 2 semanas y media = a una estatua de resina de Lobezno con certificado de autenticidad) por un medidor metálico (objeto dónde los padres orgullosos van marcando cada cumpleaños la altura de sus retoños) .
Evidentemente después de jurar venganza contra tamaña estafa puse a Dios por testigo de que fabricaría con mis propias manos un medidor digno del futuro heredero del trono mundial, pero no seria un medidor cualquiera, seria un cohete (a ver si así pilla la indirecta de que cuando lo sobrepase es que ha llegado la hora de lanzarse a pagar su propia hipoteca. Que yo quiero un hijo, no una lapa).
Pues bien, el pasado Domingo este era el estado en que se encontraba mi proyecto.

Pero a día de hoy después de una manita de pintura lo podéis ver en su máximo esplendor.


Con el presente post me veo en la triste obligación de despedirme momentáneamente de vosotros, ya que el Dr.Giggles (NO-premio para quien recuerde a este personaje de cómic que llegó a tener película propia) nos avisa de que el parto puede llegar dentro de esta semana adelantándose unos días sobre la previsión y evidentemente en cuando mi criaturita llegue al mundo vosotros seréis convenientemente avisados del evento para que podáis ofrecer los debidos sacrificios o donaciones (aceptamos terneros degollados, pagos en metálico, Visa y Master card).
Por cierto, hoy un agujero negro se ha tragado una tienda de productos infantiles trasladándola a la zona negativa donde ha estallado envuelta en llamas. Que cosas más raras pasan ¿No?